jueves, 7 de diciembre de 2017

Novia Sado 5

El marido de Nina terminaba de colocarse su traje para una importante reunión de negocios, el necesitaba un ascenso para recuperara lo que le había robado la ultima vez tras su viaje.
Cuando salió de su habitación y no encontró a su mujer Nina, el fue hasta el hall principal llamándola mientras se acercaba al lugar, y al llegar a el encontró a su mujer


Ella estaba en el piso vestida en latex y con varios rollos de cuerdas a su lado, ella apenas lo vio se reincorporo y le dijo
-Supongo que no te iras dejándome aquí sola y aburrida-, Le reprocho ella


Su marido ya conociéndola sabia lo que pretendía
-Voy llegando tarde, no tengo tiempo para esto-, Dijo el
-Entonces hazlo rápido-, Le contesto ella


Sabiendo que no dejaría en paz, el hombre dejo su maletín en el suelo y tomo una par de rollos de cuerdas, las cuales y apresuradamente comenzó a usarlas para atarlas alrededor del cuerpo de su mujer


tras asegurara su torso, manos y brazos se disponía a atar sus tobillos, pero al mirar su reloj no tuvo opción, dejo las cuerdas que había tomado para seguir y pidiéndole perdón a su mujer tomos u portafolio y salió a las corridas


Al grito de
-Perdonn, cuando regrese continuamos-


Nina no podía creer como la había dejado con sus ataduras a medio terminar


Ni siquiera una mordaza le había colocado, Nina estaba enfadada


Cuando intento pararse Nina sintió las fuertes ataduras sobre su cuerpo y cayo, se sorprendió, ella había creído que debido al apuro no la había atado correctamente




dándose cuenta de lo equivocada que estaba y aunque sus ataduras no estaban completadas ella comenzó  disfrutar sus amarres igualmente


A los pocos minutos su marido regreso, entrando nuevamente a la casa, quizás a terminar su trabajo


-Acabo de ver salir a tu marido-, Dijo una voz reconocida para Nina
-Espero no interrumpir-, Aseguro mientras tomaba una de las cuerdas del piso


Su habitual ladrón había estado esperando afuera la oportunidad para entrar a la casa cuando Nina quedara sola, y con la cuerda que tomo del suelo ato los tobillos de Nina y los aseguro a las ataduras de su torso, ante los quejidos de Nina


Esta vez Nina solo quería pasar un buen momento con su marido y este inesperado ladrón se lo arruino


-Sueltameee-, Se quejaba Nina mientras intentaba liberarse y el ladrón revisaba sus cajones


-Creí que te gustaba-, Le decía el mientras la liberaba,
-No esta vez no-, Le respondió ella
-Solo vete y déjame en paz-, Dijo Nina


-Sabes que me iré-, Le respondió enojada el ladrón, mientras sacaba una arma de su bolsillo
-Pero no vine a visitarte y ver como estas, vine a robarte-, El dijo el ladrón mientras la apuntaba y tomaba de un brazo para llevarla hasta la habitación, la cual ya conocía este ladrón debido a sus anteriores visitas, en donde la tiro sobre la cama


ya sobre el colchón y ante las quejas de ella, el hombre tomo unas cuerdas y comenzó a atarla fuertemente


Con nudos muy apretados ante las quejas de ella que no quería ser atada por el sino por su marido




Nina intentaba liberarse mientras el ladrón buscaba mas cuerdas, pero ella ya conocía las técnicas de este ladrón y sabia que sus nudos eran prácticamente imposible de soltar



-Te dije que me suelteees-, Levanto al voz Nina


Enojado pro al actitud de Nina el ladrón tomo de los tobillos a la mujer y la arrojo boca abajo sobre el colchón y allí mientras Nina se resistía el ataba sus tobillos a sus codos y a su vez al respaldo de la cama, arqueando a mas no poder el cuerpo de Nina


-Sueltame o grito-, Dijo ella
Y antes de recibir respuesta, varias vueltas de cuerdas alrededor de su boca ahogaron sus quejas y pedidos


Nina no pudo hacer nada al respecto, al forma en que había sido atada le imposibilito realizar cualquier acción y su ahogados gritos apenas se oían al chocar su lengua con las apretadas cuerdas entre sus labios


El eficaz ladrón tomo varias joyas y objetos de valor de la casa, y ante las miradas cruzadas de el y Nina se fue de la casa, volviéndole a robar y dejarla muy estrictamente atada, aunque esta vez sin que ella lo quiera


Varias horas pasaron hasta que su marido regreso a la casa contento por el ascenso pero frustrado al ver a su mujer atada y robada nuevamente