martes, 12 de febrero de 2019

Service Bondage 12

Cansado de que la recepcionista de Service Bondage Mariza, llegara siempre tarde al trabajo, Wolf , que era el encargado, envió a todas sus chicas a trabajar temprano quedándose el solo esperando a la siempre retrasada mujer
Luego de pasarse casi 2 horas de su horario, Mariza finalmente llego y Wolf la esperaba en el garaje donde siempre estacionaba su auto.
Escondido en un costado y observando a Mariza bajar de su auto plácidamente y se dirigió a la recepción a tomar su puesto, Wolf salio de su escondite y fue por detrás de la despistada Mariza, que solo prestaba atención a su celular.
-Siempre llegando tarde?-, Le dijo Wolf a la sorprendida Mariza mientras la abrazaba y tomaba de los brazos para poder arrodillarla y atar su muñecas a la espalda


-Ya te había advertido de tus llegadas tardes-, Le retruco el encargado mientras desprendía su camisa


-Suéltame!!!!-, Decía Mariza intentándose soltarse y liberarse de su encargado




Mariza no paraba de luchar
-Basta!!!-, Advirtió Wolf a la inquieta mujer


Para luego del grito continuar atándola


-Sabes a que nos dedicamos, solo te daré una reprimenda al estilo Service Bondage-, Aseguro Wolf


-Claro, eso si no prefieres que le diga al dueño de tus llegadas tarde-, Amenazo el encargado


Mariza sabia que no podía hacer nada al respecto, no le quedaba otra opción que dejarse atar por su encargado si quería conservar el trabajo


La atada mujer miraba con enojo a Wolf mientras este le seguía aplicando mas y mas ataduras



-Esto se ve bastante bien-, Susurraba Wolf mientras comprobaba sus amarres


-Bueno ya que eres una recepcionista supongo que estas cansada de hablar y hablar con la gente, te ayudare con eso!-, Dijo Wolf sosteniendo en sus manos 2 calcetines enrollados


Los dos calcetines apenas entraron en la boca de Mariza, que solo atino a quejarse con unos gemidos



para asegurarse que el relleno dentro de la boca de Mariza no se saliera Wolf utilizo unas vendas rojas


Enrollandosela alrededor de su boca


No conforme con ello Wolf corto varios pedazos de cinta de embalar transparente


Al parecer aun se podían escuchar los gemidos de Mariza tras la mordaza y por eso la decicion




Wolf le aseguro bien la mordaza a Mariza tras varios trozos de cinta sobre sus labios


Era el turno de asegurar los pies de la mujer




Lo cual lograría con unos fuertes amarres sobre sus tobillos



Lanzando una cuerda por sobre una viga del garage Wolf ato los brazos de Mariza a esa viga para que no pudiera irse muy lejos


Atando también sus brazos a los tobillos y arqueando un poco el cuerpo de la chica para dejarla en hogtied vertical


Se notaba que Wolf estaba disfrutando de este escarmiento que le estaba dando a su recepcionista


Ya que observaba atentamente su reacción mientras ataba sus rodillas



Los años trabajando en Service Bondage le había dado a Wolf la experiencia y actitud para convertirlo en encargado


Y aunque hacia años no salia a tomar pedidos estaba volviendo a sus raíces de experto atador



Mirando a la enojada e inmóvil Mariza, Wolf dijo:
-Creo que no eh perdido el toque-, Sonriéndose mientras lo decía


-Gracias por hacerme recordar lo que se sentía atar y amordazar sin restricciones a una bella mujer-, Agradecía Wolf a la empleada


-Este es el trato, te vas a quedar así por el resto del día o hasta que logres desatarte-, Aseguro Wolf
-Es mas dejo las llaves de tu coche en el suelo si te desatas puedes irte a tu casa y tomarte el día-, Le prometido el encargado


Casi de inmediato y mientras Wolf subía las escalera para encargarse de la recepción y la "ausencia" de su recepcionista, Mariza comenzaba a luchar desesperadamente por liberarse



Aunque sabia de la experiencia de Wolf y de lo bien que hacia su trabajo


Y de lo mucho que le costaría al menos desatar un nudo



Aunque la recompensa de salir antes del trabajo le jugaba a favor y le daba fuerza para intentarlo



Los nudos estaban muy firmes y apenas podía mover sus manos Mariza


La insistencia y lucha de la recepcionista hacia que los nudos parecieran cada vez mas apretados


Sin darse cuenta por la lucha Mariza comenzó a cambiar la desesperación por placer


Y sin quererlo llegar a tener un fuerte orgasmo, el cual apenas se escucho por los ahogados gemidos de placer tras la estricta mordaza


En ese momento Mariza no solo supo que no iría a ningún lado por varias horas, sino que también aprendió lo muy buen atador que era su jefe Wolf