La Carnada

Mia fue invitada por sus amigos a pasar el fin de semana en una cabaña dentro del bosque, Mia entusiasmada fue con ellos, los amigos de Mia eran uno furtivos cazadores y sin ella saberlo la llevarían para que los ayudara con su casería de un gran oso que merodeaba la cabaña.
Durante la tarde y mientras todos tomaban unos tragos, Mia se empezó a sentir somnolienta, seguramente era por los fármacos que sus amigos le habían puesto en su bebida, hasta que unos minutos después ella cae despatarrada sobre el suelo de la cabaña.
Al recobrar el conocimiento Mia se encontraba atada y amordazada fuera de la cabaña

Sus amigos la había dejado completamente inmovilizada allí como carnada para el oso que querían cazar

Sin entender que estaba pasando Mia comenzó a intentar soltarse aunque las ataduras que le había realizado eran muy extrañas y difíciles de soltar

Pasaron varias horas y los amigos/cazadores se comenzaron a impacientar así que tomaron sus rifles y fueron en busca del oso, no sin antes asegurar bien su carnada en caso de que esta quisiera escapar

Ahora a su singular atadura Mia tenia que agregarle esta nueva atadura a su pelo la que le provocaba tener su cuerpo arqueado, sus amigos eran buenos cazadores y mejores aun atadores

Uno de los amigos de Mia regreso a los pocos minutos a la cabaña en busca de municiones no sin antes asegurar aun mas a su "carnada" atándole sus codos

La desesperada Mia intentaba con todas sus fuerzas liberarse y rogar que el osos no apareciera justo ahora y su esfuerzo logra frutos al poder librarse de alguna de sus ataduras

El tiempo pasaba y Mia avanzaba mas con su esfuerzo para desatarse

Bien!! Mia pudo liberarse de sus ataduras de manos y ahora solo le faltaba liberar sus pies

Que satisfacción para Mia poderse liberar y que frustración tendrían sus amigos al saber que su carnada escapo

Ya liberada Mia observa llegar a su amigos con el osos en el remolque, finalmente lo consiguieron y lo cazaron

Sin embargo Mia estaría muy enojada con lo que le hicieron y se los haría saber, aunque tendrían que reconocer que sin su carnada el osos no andaría husmeando por el lugar