Terra La Adivina

Terra la adivina tuvo un día muy agitado y muy productivo hoy

Cansada de sus predicciones y de los cientos de personas que acudieron hoy a visitarla

Finalmente su ultimo cliente entra a consultarla

Con su espectáculo en marcha Terra mira su bola mágica para saber que se encuentra en el interior del alma de este hombre

-Tu ganaras una gran fortuna estas semanas-, Le revelo Terra al sorprendido hombre

-Lo mismo me dijiste hace 6 meses atrás-, Le retruco enojado el hombre

-Pero esto se acabo, ahora voy a hacerte una predicción yo-, Contesto el hombre
-Vas a ser atada y amordazada para que dejes de decir tantas tonterías-, Dijo el hombre mientras revoleaba la mesa y bola de cristal de Terra y se acercaba a ella con varios rollos de sogas en sus manos

Tal como lo "predijo" el hombre Terra comenzó a ser atada y amordazada por el

Asegurándose de silenciarla y evitar que se mueva de esa silla

-Con eso aprenderás a dejar de robarle el dinero a la gente con tus "predicciones" de mentiras-, Aseguro el hombre

La adivina Terra solo podía gemir, por la ballgag en su boca, ante las palabras de este hombre

Terra no podía comprender la reacción de este hombre

Su bola de cristal nunca fallaba y era lo que le estaba diciendo sobre aquel hombre

-Bueno "adivina", ahora me iré y te dejare allí intentando librarte de esta-, Le dijo el aun enojado hombre

Mientras el hombre observaba de reojo a Terra mientras se alejaba este se golpeo el pie con algo en el suelo

Maldiciendo a lo que le había pasado

Luego de calmarse el dolor, el hombre observo que era lo que le había causado ese tropiezo, asombrándose de lo que vería

En el suelo junto a el un gran cofre de madera, el causante de su tropiezo

La adivina Terra había escuchado el golpe y los insultos del hombre, pero no sabia que ocurria

Logrando voltear su cabeza observo toda la situación

El hombre estaba abriendo el cofre con el cual se había tropezado

Encontrándose en su interior con enormes sumas de dinero, provenientes del costo de los servicios de la adivina

-Parece que no estaba tan equivocada-, Le dijo sonriente el hombre a la aterrorizada adivina

-Así que esta era la fortuna que recibiría-, Dijo el hombre ante las quejas amordazadas de la adivina Terra

-Al final tenias razón, te juzgue mal-, Decía el hombre mientras levantaba el cofre con el dinero del suelo

El hombre tomo como cumplida la premisa de la adivina y tomando el cofre en sus manos se retiraba del lugar

Ante las quejas de Terra

-Ah me olvidaba, eres adivina, supongo que ya sabrás cuando te vas desatar-, Le dijo el hombre mientras se retiraba a pura carcajada y con el cofre en sus hombros

Allí en la oscuridad permanecía la adivina Terra intentando desajustar los fuertes nudos que aprisionaban su cuerpo

La adivina tendría que tener mas cuidado en la precisión con que daba sus predicciones

Ya que al igual que le paso con el hombre en no saber con exactitud cuando recibiría esa fortuna, ella tampoco sabia cuando lograría liberarse